Capitulo 7
Canon of the Golden Rule (II)
Canon of the Golden Rule (II)
Para cuando volví de nuevo al patio del castillo Galey, solo quedaban tres Guerreros Elfos Caídos restantes. Para sorpresa de nadie, uno de los quedaba era el comandante con el sable largo. La verdadera sorpresa era contra quien ellos estaban luchando.
Cubierto de una armadura plateada brillante y una capa azul, balanceando una espada larga delgada, no era otro más que el mismísimo maestro del castillo, el Conde Melan Gus Galeyon. Él había perdido un 20 por ciento de su salud y sus cortes parecían faltos de práctica, pero el comandante Caído ya estaba en la zona roja, y no me preocupaba que le diera la vuelta a la situación. Los otros dos enemigos estaban rodeados por los guardias. La mayoría de las hojas del árbol espíritu habían caído, pero al menos el daño había sido detenido.
Un rápido vistazo al pateo me revelo que Asuna, Kizmel y Myia estaban ayudando a las sirvientas a atender a los heridos. Y también vi a Bouhroum cerca.
Cuando me acerqué, el sabio seguía dándosela de mucha cosa como siempre, "Es bueno saber que sabes cómo seguir instrucciones, Chico. Tuve que entrar a la habitación del pequeño Melan para despertarlo de su miedo y enviarlo a que se uniera a la batalla."
Vi al viejo carcajearse, y luego mire hacia el conde Galeyon luchando valientemente-y volví a mirar al viejo. "Bien ... como tu eres más grande y sabio que el maestro del castillo, tengo una petición para ti. .. "
"Hmm? Y qué podría ser?" preguntó Bouhroum sospechando.
Me acerqué a su oreja y le susurré, "Dame las cuatro llaves que mantienen en la sala del tesoro"
"Qué ... ?!" el viejo había gritado, hasta que cubrí su boca con mi mano.
"Por favor! Mis amigos ... er, unos conocidos están en grave peligro. Las devolveré cuando los haya salvado!"
Por un momento, me había olvidado de que el viejo en frente de mi era un NPC.
Si hubiese estado pensando normal, sabría que un NPC actuando de acuerdo a las reglas nunca formaría parte de un acto de hurto. Pero los últimos días, las acciones y palabras de los NPC que hemos conocido no tenían el mismo sentimiento de programación. Había algo en ellos que era demasiado humano en la manera en que actuaban.
El conde Galeyon, quien peleaba ahora contra el comandante de los Caídos, me había parecido un NPC común de una misión cuando lo conocimos, recitando líneas enlatadas ya programadas. Pero viéndolo ahora, la manera en que lucha torpemente pero con un tono de desesperación, pintaba el retrato vivido de un hombre que fue mimado al crecer dando lo mejor para vivir según su rol como un noble, sin experiencia en combate impulsado por su maestro anciano severamente. Antes, había pensado que solo Kizmel y el Vizconde Yofilis era los únicos NPCs especiales que conocía, pero había empezado a creer que todos los NPC que vivían en Aincrad eran así también.
Bouhroum contesto mi petición con una mirada severa y un gruñido. "Hrrrrmmm ... "
"Mira, sé que es una petición alocada. Pero es la única forma ... " "Hmm. Muy bien entonces."
Huh?!
Fue así de simple, aparentemente. Mirando a Asuna, quien estaba dándole una poción de salud a un guardia, murmuró, "La lanza que le preste a esa joven señorita vino de la tesorería también. Espera aquí."
Bouhroum se dio la vuelta, con su manto negro ondeando, y empezó a correr a la entrada frontal. Gindo había estado observando en las sombras de la gran puerta y retiró su rostro en apuro, pero el anciano no le prestó atención y desapareció dentro del castillo.
Justo entonces, una gran ovación se escuchó sobre el patio. El Conde Galeyon había derrotado al comandante enemigo. Y a la final, los dos guerreros restantes tiraron sus cimitarras y se rindieron.
Habíamos evitado exitosamente el colapso del Castillo Galey, pero la pelea no había acabado. El desconocido que había secuestrado a los tres miembros de Qusack y amenazó al restante para que abrieras los portones tenía que ser tratado, de una vez por todas.
Inhalé profunda y lentamente, exhalé, y me dirigí hacia Asuna para explicarles la situación a los demás en mi grupo.
Cinco minutos después. Iba corriendo por los cañones fuera del castillo con Asuna, Kizmel y
Myia siendo cargada.
Treinta metro adelante estaba Gindo, más ligero ya que se había quitado su armadura pesada y el escudo de torre. Le había advertido que estaría en peligro si los monstros lo atacaban al estar solo, y que además no debería correr, pero su paso estaba aumentando. Los artrópodos que habitaban el cañón usaban más la vibración para seleccionar su objetivo que su vista, así que podías evitarlos al ir con cuidado y despacio, pero a él no tenía tiempo para importarle dichas cosas.
Entiendo cómo se siente, pero si llamaba la atención de los monstros, tendríamos que ir a rescatarlo, y eso sería un problema si el enemigo nos veía. No había espías a la vista, pero había docenas de agujeros y sombras donde esconderse para los jugadores
" ... Por cierto, que le pasó al escolta que Qusack había tenido?" se preguntó Asuna.
Le repetí lo mismo que Gindo me había dicho. "Murió en una batalla cuando fueron atacados por monstros en el cañón, aparentemente ... Ahí fue cuando un desconocido apareció y los salvó, de acuerdo con él, pero apuesto a que el lanzó esos monstros hacia Qusack en primer lugar.
"Es este el mismo hombre que mató al padre de Myia y trató de matarte a ti y a Asuna?" preguntó Kizmel.
Sin pensarlo, puse una mano en el hombro de Myia y asentí. "Tecnicamente, pienso en el jefe de la gente que asesinó a Cylon. Asuna y yo lo llamamos el hombre en el poncho negro. Usualmente no pelea por sí mismo, sino planea en secreto y hace que la gente y los grupos se peleen los unos con los otros."
"Ah Suena como uno de esos demonios de los mitos antiguos." "D Demonios?"
Eso me recordó que aún no había visto ningún monstro del tipo demonio aun en Aincrad. Miré a Kizmel y ella asintió y continuó, "En lo profundo de la antigua tierra, había un reino subterráneo donde se decía que malvados demonios y diablos vivían. Ocasionalmente, saldrían a la superficie, disfrazándose de hermosos humanos o elfos, y tomando los lugares de los nobles o líderes militares, sumirían a los inocentes en la discordia."
"Rayos ... eso suena igual que el hombre del poncho negro," Asuna, a mi derecha remarcó con asco. "E-Espero que él no sea un demonio real... "
No podía decir si ella estaba hablando de que el hombre del poncho no fuera un jugador sino un NPC de algún demonio que había estado dormido en Aincrad, o si ella estaba sugiriendo que él podía ser un demonio real usando un NerveGear y entrando a SAO. Obviamente, no
le iba a preguntar, y me concentré en la espalda de Gindo que estaba al frente.
"Una vez que le quitemos el poncho, lo sabremos," dije, medio bromeando.
Para mi sorpresa, Myia asintió y dijo, "Cuando era pequeña, mi madre me leyó una historia que tenía un demonio en ella. Creo que si tiene cuernos en su cabeza, él es un demonio."
Parecía un comentario inocente, pero estaba del jefe de la gente que había matado a su padre. Y tenía que devolverle el favor por haberme apuñalado por la espalda en las calles de Karluin. Fue difícil solo haber tratado de completar esos pisos; no necesitábamos a un
montón de PKs amontonando problemas encima de eso. Si el hombre del poncho negro había secuestrado al resto de Qusack por su cuenta, entonces esta era la oportunidad perfecta para resolver cuentas con el-una vez que los otros tres estuviesen seguros,
obviamente.
"Sea un demonio o un humano, es un enemigo peligroso. Espero que nos ayudes Myia, aun cuando sé que estas cansada" Palmeé su hombro y luego me retiré. La pequeña niña con la máscara de gas asintió, igual que Kizmel y Asuna.
Siendo honesto, lo que en realidad quería hacer era llevar a Asuna a un lado y preguntarle
por la habilidad de la lanza a dos manos, pero era difícil hablar del sistema de juego en frente de NPCs. Cuando volví de la fuente termal hacia el patio, no había rastro de la lanza gigante
que supuestamente Bouhroum había tomado de la tesorería, pero apuesto a que estaba en
el inventario de Asuna, así que habría otra oportunidad para preguntar. Cualquier cosa podía esperar hasta que hayamos rescatado a Lazuli, Temuo y Highston.
De acuerdo con Gindo, después que la ola de monstro atacó y el guardaespaldas elfo nocturno murió, una nube de olor extraño había aparecido junto a una voz que les dijo, "Por este camino." Corrieron en esa dirección para escapar, donde vieron a un "apuesto jugador con una sonrisa cautivante", quien los guió a una cueva al final del cañón.
Una vez que se habían relajado, sabiendo que estaban seguros, el hombre les dio unas pociones, que los paralizaron.
Entonces se llevó a Gindo fuera de la cueva y con la misma sonrisa le dijo las condiciones que necesitaba completar para recuperar a sus compañeros de guild. Gindo tenía que volver al castillo Galey solo y envenenar el manantial bajo tierra. Entonces, una vez que todos los elfos oscuros en el castillo murieran, él podría regresar. Alternativamente, si los elfos caídos morían en el ataque, podía robarse las cuatro llaves sagradas de la tesorería durante el caos de la batalla y entregárselas en la cueva. Solo cuando una de esas dos condiciones fuese completada seria que sus compañeros serían devueltos con vida ...
Cuando Guindo terminó de explicar, mi primer pensamiento-recordando-fue sobre el antiguo herrero y usuario de chakram de Legend Braves, Nezha.
Él había descrito al hombre del poncho negro quien le trajo la idea de la estafa a través de la mejora a los de Legend Braves como una estrella de cine con una agradable sonrisa. Nunca he visto su rostro por mí mismo, pero parecía obvio que el "Jugador apuesto con una sonrisa encantadora" que Gindo había dicho, eran la misma persona.
Que tan carismático tenía que ser esta persona para lograr que tantos jugadores bajen su guardia alrededor de él.
Tal vez él si era un de-
Pero tuve que detenerme de pensar en eso. Sea un demonio o un humano, si tiene una barra de HP, puede ser derrotado. Había dudado cuando peleé con Morte, pero no volveré a cometer ese error dos veces. Maté a seis guerreros elfos caídos en el castillo Galey, aun sabiendo que no había una diferencia fundamental entre sus vidas y las vidas de los jugadores en este mundo.
En frente, Gindo apuntó su lanza hacia arriba y cambio de curso. Esa era la señal de que estábamos cerca del destino. Habían sido solo diez minutos desde que dejamos el castillo e incluso evitando las batallas, no habíamos recorrido más de medio kilómetro. Un escorpión gigante estaba al lado derecho del barranco, así que lo evitamos, apegados a la pared izquierda, y llegamos a un camino que se ramificaba por el cual Gindo avanzó.
Echamos un vistazo, inclinándonos juntos, y vimos que el camino terminaba solo a veinte metros de la entrada, con una cueva en medio de la roca. Ahí es donde deben tener a los otros miembros cautivos. Gindo abrió su menú fuera de la entrada, equipó su armadura de placas y escudo, y empezó a caminar hacia dentro.
Si el hombre en el poncho negro o sus amigos estaban cerca de la entrada, se suponía que el levantara su lanza, pero ahora estaba apuntando hacia abajo. Nuestro plan era que Gindo intercambiara las cuatro llaves por sus compañeros, y una vez que los tres hubiesen salido ilesos de la cueva, nosotros cargaríamos hacia dentro. La cueva era un callejón sin salida, así que no teníamos que preocuparnos porque se escaparan.
Era posible que el asesino negro tomase las llaves e inmediatamente rompiera su promesa, pero si eso pasaba, nosotros correríamos hacia allá de inmediato. Gindo estaba registrado en nuestra party ahora, así que podía ver su HP en tiempo real, y debido a su enfoque defensivo, incluso un enemigo sobre el nivel 20 no podría matarlo en un solo instante.
Gindo lentamente se acercó a la cueva. Tan pronto como él cruzó el umbral entre la arena naranja y la sombra de las colinas altas, el lancero se tiño de gris oscuro.
" ... Hey, Kirito," murmuró Asuna para calmar sus nervios mientras se agachaba detrás de mí, "Me he estado preguntando ... Son los elfos caídos los que quieren las llaves ocultas, y el hombre del poncho negro los está ayudando con eso, cierto?"
"Hmm ... supungo. Él no tiene ningún interés particular en la guerra entre los dos grupos de elfos. Quizá a cambio por ayudar a los Caídos, él y su gente estaban obteniendo esas dagas y dardos paralizantes?"
"Pero los elfos caídos que atacaron en la casa de Myia en Stachion estaban tras las llaves de plateadas que tú y ella llevan. Esas solo se relacionan a la maldición de Stachion, así que por qué querrían ellos tenerlas? No creerás que esas dos llaves plateadas son las dos llaves sagradas restantes, no?"
"No ... ese no puede ser el caso," dijo Kizmel, quien prácticamente estaba recostada en mi espalda para poder ver hacia el afluente del cañón. "La Ruby Key y la Adamantite Key están seguras en los templos del séptimo y octavo piso. Ningún humano sabe la ubicación de los templos o qué hacer con las llaves si es que las encontraran.
"Si ... buen punto," dije, escogiendo no refutar que la primera mitad de lo que ella dijo era definitivamente falso. Cualquier jugador que completó la campaña "Elf War" durante la beta, sabría dónde están los templos del séptimo y octavo piso-como yo.
Pero las dos llaves plateadas habían estado en la posesión de la madre de Myia, Theano, y de Lord Cylon, no de jugadores, y solo los elfos podían subir a los demás pisos mientras que el laberinto del sexto piso aún no había sido conquistado. Así que si las llaves que Myia y yo tenemos no eran llaves sagradas, pero los elfos caídos las querían por alguna razón, eso significaba ...
Justo entonces, Myia dijo de repente desde detrás de Asuna, "Oh ... todos, miren ... "
Devolví mi atención de nuevo al cañón. Gindo aún no estaba en la cueva; por alguna razón, estaba de pie a unos metros de la entrada. O él había visto algo, o ....
Pero la premonición que había sentido de inmediato fue refutada-un montón de rostros familiares emergieron desde la oscuridad de la cueva.
La chica con la cola de caballo era Lazulo. El de la cabeza rapada era Temuo, y el de cabello largo era Highston. Sus armas no estaban, pero sus armaduras eran las mismas. El
tambaleo torpe en sus pasos no era un efecto del veneno paralizante sino probablemente algo mental.
Al principio estaba aliviado al ver que los tres estaban a salvo, pero entonces sentí algo sospechoso.
Gindo no le había dado las cuatro llaves sagradas al hombre del poncho negro aun. Por qué habían sido liberados los rehenes? Eran las escusas solo una excusa, y todo lo que realmente querían era que la puerta del castillo Galey fuese abierta?
Pero los elfos caídos habían sido derrotados, y el árbol espíritu había sobrevivido por poco. Cerca de diez guardias habían muerto, pero dudo que eso sea todo lo que ellos querían lograr.
No me convencía, pero al menos el resto de Qusack estaba a salvo. Gindo arrojó a un lado su escudo y corrió hacia ellos, tomando sus manos. Despues de disfrutar su reunión, se dio la vuelta y nos hizo señas con la mano.
" ... Supongo que no hay razón para seguir ocultados," dijo Asuna. Estuve de acuerdo y me puse de pie. Una vez que Myia se puso de pie, fuimos por el camino ramificado. Al final del pequeño barranco, Gindo nos recibió con una sonrisa a punto de llorar.
"Gracias ... muchas gracias. Debido a ustedes, todos estamos a salvo." "No ... no hicimos nada ... " dije, rascándome la cabeza.
Highston, que estaba pálido pero tenía casi todo su HP, dijo, "El tipo que nos enveneno dejó la cueva hace cinco minutos. Creo que sabía que ustedes estaban siguiendo a Gin, y huyó. Entonces, es gracias a ustedes."
" ... Pues, si él sabía que lo estábamos siguiendo, eso es algo malo por sí mismo," Murmuré, mirando alrededor. Cinco minutos era un tiempo complicado-suficiente para cubrir una
buena distancia corriendo, pero caminando, él podría estar cerca todavía. De nuevo, la cueva
y el camino ramificado eran un callejón, así que si el hubiese salido, nosotros lo hubiésemos visto.
"Les pareció que el hombre del poncho negro recibió un mensaje antes de irse?" Preguntó
Asuna. Pero Lazuli sacudió la cabeza.
"No, él estaba calmado cuando se llevó a Gin afuera, y nos pinchaba con los dardos de vez en cuando, entonces, hace un rato, simplemente se puso de pie y dejó la cueva. Cuando la parálisis se esfumó y salimos de la cueva, ahí estaba Gin ... "
" .... Oh ... "
Pero aún había sospecha en el rostro de Asuna,. Kizmel y Myia estaban mirando alrededor hacia la distancia, como si no se sintiesen seguras del todo. Si el hombre del poncho estaba usando su habilidad de Ocultar cerca, debería ser imposible para él colársenos sin llamar la atención, pero en este mundo no hay nada que sea seguro.
Mientras tanto, Gindo parecía totalmente relajado y aliviado. Él caminó hacia mí, pestañeando rápidamente e hizo una reverencia, "Te debo todo. Esta experiencia fue una lección dolorosa ... no estábamos listo para la línea delantera aun. Volveremos al quinto piso, finalizaremos las misiones que faltan y empezaremos desde cero ... Oh, cierto. Puedes tener estas de vuelta."
Abrió su ventana y sacó una bolsa de cuero pequeña. Miré dentro y las cuatro llaves sagradas.
"Están toda-"
Me detuve. Si él había cambiado las llaves por unas falsas, no había forma para que yo me diera cuenta. No podía descartar la posibilidad de que estaban alineados con el hombre del poncho y que todo esto era un acto para robar las llaves.
"Uh ... Espera. Podría revisar algo?" Pregunté, pero Gindo no parecía molesto. "Claro, por supuesto."
"Okay ... " dije, y entonces traje a Kizmel y le mostré la bolsa. "Puedes revisar si esas son las llaves reales o no?"
"Puedo hacerlo, pero como dije antes-" la caballero iba a encoger los hombros-cuando justo a nuestra izquierda, la arena brotó hacia arriba desde el suelo.
" ... ?!"
Salté hacia atrás para ver la arena rojiza ser succionada en un pequeño vórtice. Un remolino? Pero nunca había visto eso ocurrir en los cañones antes ...
En el momento un brillo opaco venir de en medio del torbellino de dos metros, grité
"Defiéndanse!" y saqué Sword of Eventide, llevándola con ambas manos.
Mantuve la espada en frente de mí y posicioné a Asuna detrás de mí; a mi lado, Kizmel desenfundó su sable y se posicionó en frente de Myia. Los miembros de Qusack estaban alejados-todo lo que podía hacer era esperar que Gindo usara su escudo para proteger a sus amigos.
El torbellino se dividió desde el tope hasta el fondo sin un solo sonido, y un golpe color carmesí claro vino.
Era una habilidad de espada. Un ataque de área en rotación-la Treble Scythe de la cimitarra ... excepto que no lo era.
No, este era el ataque pesado de la habilidad de Katana, Tsumugi-guruma.
Un choque sin precedentes dispersó los pocos pensamientos que pude arreglar. Mantuve mi espada con ambas manos pero no pude soportarlo. Chispas explotaron en frente de mis ojos, una increíble sacudida recorrió desde mis muñecas hasta mis hombros, y mi espalda
colisionó con Asuna mientras fuimos enviados volando unos buenos seis metros hasta que
caímos en la gravilla.
Di vueltas varias veces hasta que me detuve sobre mis rodillas. Había enfrentado el ataque pero había perdido casi 20 por ciento de mi salud, y en el suelo cerca de mí, Asuna había bajado un 1 O por ciento. Kizmel se las arregló para mantenerse de pie, pero había sido empujada hacia atrás una buena distancia en su posición defensiva, y detrás de ella, Myia había caído sobro su trasero.
Una mirada sobre mi hombro y pude ver que los de Qusack habían caído pero estaban bien ... excepto que un cuarto de la parte superior del escudo de Gindo ya no estaba.
En frente, la arena había vuelto a caer, revelando a nuestro atacante.
No era el hombre en el poncho negro.
Su figura era más delgada que Kizmel y estaba cubierta con cuero tachonado de color gris oscuro. Una capucha del mismo color cubria desde su hombro a su cabeza, pero era claramente una figura femenina. Su arma, extendida después de su ataque, era en efecto
una katana. Era la segunda vez que veía ese raro tipo de arma en la versión de lanzamiento, después de la nodachi que usaba el jefe del primer piso, lllfang the Konold Lord.
La atacante se puso de pie de su posición de rodillas con destreza, y se removió la capucha con su mano libre. Cabello color gris voló sobre su frente, brillando radiantemente en la puesta del sol.
Desde mi perspectiva su flequillo era más largo del lado izquierdo, ocultando casi la mitad de su rostro pero no su asombrosa belleza. Revisé el color de su cursor.
Era ... rojo oscuro del color de la sangre seca. Su nombre era Kysa/ah: Fallen E/ven Adjutant
Reconocí ese nombre. Era la mujer elfo que estaba con el General de los Elfos Caídos N'ltzahh cuando lo vimos en la mazmorra sumergida en el cuarto piso. Y ahí fue cuando me di cuenta que había dejado un gran misterio sin resolver hasta ahora.
Gindo había caído en la trampa del hombre del poncho negro con sus compañeros siendo rehenes y regresado al castillo Galey él solo como le ordenaron. Los guardias abrieron los portones sin escepticismo porque él tenía el Sigil Ring. Ahí fue cuando las campanadas regulares me despertaron en el salón comedor. Recuerdo que luego cambio al patrón de advertencia unos diez segundos después de eso.
Era imposible para un batallón completo de elfos caídos correr por todo el cañón hacia las puertas del castillo en diez segundos. Como había supuesto inicialmente, alguien debió
cruzar la puerta con Gindo y mató al elfo oscuro que resguardaba el mecanismo de la puerta. Pero esa persona nunca hizo aparición durante la batalla lo que me dejó adivinando a la final.
Ahora sabía que ella había sido quien atacó la habitación del portón. No sabía por qué ella
no había formado parte de la batalla en el patio, pero si lo hubiese hecho, era posible que los elfos caídos hayan ganado.
La elfo miro alrededor con unos ojos azules oscuros como el hielo en la oscuridad, y entonces clavó la punta de katana en la arena. Cuando volvió a alzarla, levantó la bolsa de cuero que había caído de mi mano izquierda cuando fuimos atacados. Le dio vueltas en el aire y la atrapó, con cuatro llaves sagradas dentro ...
" ... treinta de mis hermanos murieron para que yo obtuviese estas ... "
La voz que vino de sus labios contenía una dulzura en el medio de la rudeza. En el momento que en escucho eso, Kizmel se recuperó de su aturdimiento y blandió su sable.
"Tu ... tu eres la ayudante del General N'ltzahh, Kysarah the Rainsacker!" gritó ella. "Devuelve esa bolsa al suelo! No es para ser tocada por los que son como tu!"
Pero Kysara ni siquiera pestañeó. Mirando a Kizmel con esa mirada fría le respondió con un afecto vacío, "Caballero de Lyusula, temo que no sé tu nombre. Y no les voy a devolver estas llaves ... Son necesarias para el bien de nuestro gran deseo."
"Entonces te obligare a devolverme las llaves ... con mi espada!" dijo Kizmel, quien ya estaba embistiendo. En cabeza, sabía que yo debería estar atacando en este mismo instante, pero mi avatar no respondía.
El ataque de Kizmel era estupendo, digno del título de un guardia real. No era una habilidad de espada y aun así la punta del sable brillaba en plateado, y la corriente que generó, rozó mi rostro que estaba algunos metros atrás.
C/aaang! Hubo un zumbido desagradable junto con el sonido del metal quebrándose.
" ... !"
Escuché a Asuna soltar un grito ahogado a mi izquierda. En el instante en que Kysara levantó su katana con un movimiento relajado para bloquear el ataque, una grieta recorrió el sable de Kizmel. Una señal de que la durabilidad del arma estaba a punto de agotarse.
Kizmel saltó hacia atrás, apretando los dientes. Ella aún tenía su sable listo para atacar, pero un golpe más podría romperlo fácilmente.
Kysarah, mientras tanto, bajó su katana con cuidado y guardó la bolsa con las llaves en un paquete de su cinturón. Su mirada viajó desde Kizmel hacia Asuna y yo, luego hacia los miembros de Qusack. En la suela de sus botas hasta las rodillas, una pequeña nube de humo se levantó ... y se movió a una velocidad alarmante, deteniéndose al lado del grupo de Gindo.
"Ahhh! Aaaaaah!" gritó Temuo. Kysarah lo agarró por el cuello de su pechera con su mano libre y lo aprisionó en sus brazos. Él sacudió sus brazos tratando de liberarse, pero se quedó totalmente quieto cuando ella presionó la punta de su katana contra su garganta.
" ... Puedo matarte justo ahora, pero no me gusta matar niños, y mi rama está apunto de marchitarse."
Tardé en darme cuenta que Kysarah llevaba una de esas ramas en su espalda también. Si se la pudiese arrebatar, entonces Kysara sufriría el debuff de debilidad y no podría moverse, ya que no tenía la capa Greenleaf como lo hacía Kizmel.
Pero no me podía mover mientras la katana estuviese en la garganta de Temuo. Si él fuera un jugador al nivel de Kysarah, su HP no se reduciría a cero en un instante, aun si ella atacaba un punto vital. Pero basado en la fuerza de la Katana, que casi destruye el sable de Kizmel con un solo golpe, y el hecho de que a mis ojos de nivel 21, su cursor ya era casi negro, ella podría en efecto infligirle un golpe fatal.
"Entre ustedes hay otras dos llaves, no de las sagradas, pero están hechas de hierro que al juntarlas encajan juntas," dijo Kysara, mientras aun sostenía a Temuo. Me tomó un segundo más entender lo que ella quería decir. Mis hombros temblaron involuntariamente, y Kisarah me volteó a mirar con su ojo visible. "Me las darás también. Por cada diez segundos que no las tenga, mataré a uno de tus compañeros."
Temuo se volvió a sacudir, y Lazuli dejó salir un grito. Highston, que estaba sentado sobre sus rodillas en la gravilla, miró a Kysarah y luego hacia mí y me preguntó, "Esto ... Esto es un evento forzado de la campaña "Elf War" cierto?! Alguien ... Alguien nos va a salvar, Cierto?!"
Quería creer que así era. Pero estaba casi seguro-no, totalmente seguro-que este ataque no tenía que ver con el escenario de la campaña. Este es un resultado irregular provocado por el contacto entre el hombre del poncho negro y los elfos. Esto era un incidente.
Siete ... Ocho.
Cuando la cuenta en mi cabeza llegó a nueve, me puse de pie. "Muy bien. Te daré las llaves." Una vez que dije eso, me di cuenta de que Kysarah era un NPC, ella podría haberse referido
al límite de diez segundos en un sentido muy literal. Si no recibía las llaves dentro de los diez segundos y recibir la propiedad transferida en su sistema, ella podría cortar a Temuo sin piedad ... Al menos, si esto era un evento totalmente preparado.
Pero ya habían pasado diez segundos para cuando le dije que le daría las llaves, y ella solamente asintió y no movió su katana. Convenciéndome de nuevo de que este no era un evento pre-escrito, me moví tan rápido como pude para sacar la llave de mi inventario.
La arrojé a la arena que estaba cerca del pie de Kysarah, y la otra voló desde detrás mío, cayendo cerca de la primera. Esa era la llave que Myia obtuvo de su madre. Las llaves se encontraban a una distancia de tres metros la una de la otra, vibrando y reverberando.
Kysarah miró hacia abajo y arrojó a Temuo hacia sus compañeros con una mano. Gindo abrió sus brazos pero falló en atrapar al hombre, chocando y cayendo al suelo. Afortunadamente no perdieron HP.
La elfo caído se inclinó, habiendo perdido totalmente interés en su rehén, y se acercó a la llave que tenía más cerca. De repente, fui consciente del peso de mi espada en mano derecha.
Si Kysarah tomaba las dos llaves en una sola mano, entonces habría una reacción de repulsión entre ellas, como la que vimos en la librería del castillo, y saldrían despedidas lejos la una de la otra. Esa era sería nuestra única oportunidad para contra-atacar. Podría darle con todos los cortes de Vertical Square y no derrotarla, pero si podía dar un buen golpe y sacarla de balance, habría la oportunidad de quitarle la rama que lleva en su espalda.
Kysarah recogió la primera llave. Y yo ajusté mi centro de gravedad un poco hacia delante. En ese momento, alguien me agarró por el tobillo.
" ... ?!"
Me di la vuelta y mire directamente a los ojos de Asuna. Ella no dijo una sola palabra ni tampoco hizo ningún tipo de gesto, pero era bastante claro que mi compañera temporal me estaba advirtiendo de que no me moviera.
Miré al frente de nuevo. Como había esperado, Kysara había tomado una llave y estaba buscando la otra con la misma mano. El sonido de la vibración aumento, pero ella no le prestó atención y tomó la segunda llave también.
Bzak!! El extraño sonido volvió a suceder, y una luz plateada apareció en la mano de Kysarah-pero las llaves no volaron en direcciones opuestas. Kysarah las apretó con fuerza en su palma, como si hubiese esperado a que eso pasara.
Su cabello gris empezó a ondular con la fuerza de los rayos que salían de entre sus dedos.
El flequillo que cubría el lado derecho de su rostro fue retirado brevemente, lo suficiente para que yo pudiese ver que ella tenía un pequeño parche sobre su ojo derecho, pero mi mente cambió otra vez hacia su mano.
Presionando sus labios, Kysarah siguió apretando las dos llaves con una fuerza asombrosa. Mientras que apuntaba hacia nosotros con su katana para que no tuviésemos oportunidad para lanzar un ataque sorpresa.
Con un prolongado sonido de chispas, la luz plateada decayó y luego desapareció.
Kysarah se puso de pie, llevando en su mano lo que ahora era una sola llave. No las había fusionado a punta de pura fuerza, obviamente; como Bouhroum había dicho, los dientes y las cabezas de las dos llaves estaban hechas para encajar perfectamente.
"Había escuchado que había un extraño hechizo lanzado en ellas .... " Murmuró, arrojando la llave en la bolsa junto con las otras cuatro. Se arregló el cabello despeinado y se volvió hacia nosotros, "Ahora mi trabajo aquí está hecho, guerreros humanos ... "
Pausando, sus delgadas cejas moviéndose solo un poco.
"No se entrometan más en los problemas de los elfos. Dejen que ellos sean los únicos en traer los problemas en esto," resopló, colocando su katana negra devuelta a su funda en su pierna izquierda y estiró los brazos. El viento se movió hacia arriba desde sus pies y formó un pequeño torbellino de arena que la devoró.
Aparté mi rostro debido al viento por un segundo, y el remolino se dispersó. Soltando la arena al suelo. La elfo caído que empuñaba la katana negra se había ido.
" ... Creo que vamos a dejar la misión de los elfos. Si ese tipo de cosas van a pasar más adelante, no puedo imaginar que lleguemos al final," dijo Gindo.
Y con eso, los miembros de Qusack caminaron hacia la salida del barranco. Iban a usar el portal en Stachion para volver al quinto piso, donde discutirían sus planes para el futuro, explicaron ellos. Temuo, Lazuli y Highston habían perdido sus armas a manos del hombre del poncho negro, pero dijeron que tenían armas de repuesto en sus inventarios, así que podrían ir a salvo de vuelta a la ciudad.
Y con respecto a mí, Quería disculparme con Qusack por sospechar de ellos de estar alineados con los elfos caídos durante la batalla para defender el castillo Galey. Estaba esperando poder intercambia información y no quería despedirme aun, pero Lazuli dijo, "Gracias por salvarnos. Encontraremos una manera de pagarte cuando arreglemos las cosas," así que sentí que nos encontraríamos luego.
Una vez que los cuatro estaban fuera de vista, caminé hacia Kizmel, la miré a la cara e hice una profunda reverencia. "Lo siento Kizmel. Trabajaste tanto para reunir esas llaves ... "
Pero eso fue todo lo que pude decir. Kizmel también hizo una reverencia y dijo, "Kirito, Asuna, Perdónenme. Era mi trabajo mantenerlos a salvo ... "
Nuestras cabezas se rozaron, e incómodamente nos enderezamos de nuevo. Asuna soltó una risita.
"No hay nada por lo que disculparse, Kizmel. Además, no creo que fueses inferior a esa elfo caído. Ella solo tenía un arma más extravagante que la tuya."
Kizmel miró hacia arriba con una mueca. "Las espadas oficiales de los caballeros reales de Pagoda no son baratijas ... pero la mía casi se rompe al intercambiar un golpe con ella. Eso se debe a la inferioridad de mi técnica."
"No digas eso," dije, "Yo tampoco pude atacarla."
Ahí fue cuando Asuna me miró a modo de disculpa. "Perdón por tomarte por el tobillo, Kirito. Estabas esperando la oportunidad para atacar, cierto?"
"Oh ... en realidad hiciste la elección correcta. Iba a saltar hacia Kysarah en el momento en que recogiera las llaves, pero es como si ella supiese que se iban a repeler ... si saltaba, ella me hubiese cortado en el acto."
"Ya veo ... pero como hizo ella para deshacer el hechizo de las llaves? Bouhroum había dicho que era un tipo de magia poderosa, y solo la persona que la lanzó podía deshacerla," se preguntó Asuna.
La respuesta vino de Myia, quien se había quitado la máscara de gas para tomar algo de agua. Una vez que terminó y puso la tapa a la cantimplora, la chica dijo, "Me pareció que ella simplemente destrozó el hechizo con pura fuerza bruta."
"P-Pero si es así. ... Esto solo se está poniendo más ridículo," dije, entonces encorvé mi cuello y me di cuenta que le debía una disculpa a la chica, "Oh, cierto ... creo que eso no estuvo bien de mi parte. Le di la llave que tu madre resguardo por tanto tiempo, solo para salvar a alguien que conocía ... "
"Si no hubieses hecho eso, estoy segura que ella me hubiese matado también," respondió con una tranquilidad más allá de su edad, para luego poner la máscara de gas sobre su pequeño rostro. Con su voz un poco sofocada ahora, ella continuó, "Además, según por la forma en que habló, creo que lo que realmente quería era la primera cosa, las ... llaves sagradas? Las llaves que obtuvo de ti y de mi fueron adicionales, parecía. Quizá alguien se las pidió"
"Oh, yo también sentí lo mismo ... " dijo Asuna. Descansando sus manos sobre los hombros de Myia desde atrás.
Fruncí el ceño, pensando en quien pudo haber pedido tal cosa. Pero antes de que pudiese dar una respuesta, el icono de mensaje entrante saltó. Era de Argo, y decía ...
DKB Y ALS acaban de enfrentarse al jefe en el área sur. Fue una pelea dura hasta que una mujer NPC saltó y lo derrotó. Llevaba una caja dorada en su mano izquierda, y cuando la levanto, la armadura del ciempiés se convirtió en pequeños bloques y se desplomó. Lin-Kiba no tienen idea de que fue eso tampoco. Información Requerida."
" Huh?"
Kizmel y Myia me miraron, preguntando porque me había alterado.
"Oh, er, es solo ... que recibí información extraña de un mensaje ... er, de mi Arte de Escriba
(Art of Far Scribbing) ... "
"En serio? De quién?" preguntó Asuna, quien dejó el lado de Myia y camino hacia acá.
Volteé la ventana para que mis compañeras pudiesen ver. Y reflexionar sobre su significado.
Una "caja dorada" podía ser el cubo dorado que había sido removido de la mansión del Lord de Stachion. Eso haría del NPC que irrumpio en la pelea, la madre de Myia, Theano? Que quería decir conque levantó el cubo y la armadura del ciempiés se desplomó? El cubo
dorado se suponía que solo era un ítem de la misión que simbolizaba al maestro de la ciudad
y no tenía ningún poder intrínseco en él. Además, que estaba haciendo Argo al unir Lin-Kiba, sus nombres, de esa manera? Si Lind y Kibaou se daban cuenta de eso, se pondrían
furiosos ...
En este punto, donde ya había perdido la línea de mis pensamientos, miré a Asuna. Mi compañera alzó su cabeza y nos miramos por algunos segundos antes de asentir juntos.
Mientras cerraba mi ventana, Asuna miró a Myia y dijo, "Sabes ... creo que quizá encontramos a Theano"
"Qué ... ?!" la espalda de la chica se enderezó como una flecha, y dio un paso al frente hacia
Asuna. "O-Donde ... ? Dónde está mi madre?!"
"Pues supuestamente ha sido vista en las cuevas de la zona sur .... "
"Zona Sur?" preguntó la chica, radiando confusión a través de su máscara. Ahí fue cuando recordé que la niña nunca había estado afuera de Stachion. Asuna se agachó y dibujó un mapa simple en la arena.
"Mira, así es como el sexto piso, que es donde estamos ahora, está dividido en cinco zonas por un lago en el medio con forma de estrella, y la zona del sur, o la cuarta área, está justo acá. Estamos en la zona del norte, así que queda justo al otro lado ... "
"Pero ... eso esta tan lejos. Qué está haciendo mi madre allí ... ?" dijo Myia con tristeza. En efecto, la distancia en línea recta desde el castillo Galey hacia la Ciudad Caverna de Goskai en la zona sur era solo de unos cinco kilómetros. En el mundo real, esa sería la distancia desde el centro de la ciudad de Kawagoe hasta el centro de la vecina Saitama-pero no creo que Myia o siquiera Asuna entenderían lo que quería decir con eso.
Para la gente que esencialmente pasaban sus vidas enteras donde estaban programados a estar, sin embargo, el lugar que estaba al otro lado del mapa bien podía ser un país diferente. De hecho, la primer vez que dejé el Pueblo de los Inicios, la torre del laberinto se sintió como si cruzara el mundo para mí.
" ... No sé cuál es el propósito de Theano," dije, "pero basado en sus acciones, parece que
ella esta tratando de llevar el cubo dorado que removió de la mansión hacia algún otro lugar" Asuna asintió, "Estoy de acuerdo .... y dudo que el área sur sea su destino."
"Probablemente sea el Pilar de los Cielos," dijo Kizmel, sus primeras palabras después de un tiempo. Los tres nos concentramos en ella.
"Sabes algo, Kizmel?"
"No específicamente ... Cuando visité Stachion con ustedes, un recuerdo me vino a la mente. Aunque no lo vi por mí misma, tengo entendido que el Pilar de los Cielos en este piso está construido con los mismos cubos de piedra."
"Oh, eso me recuerda" casi digo eso en voz alta, deteniéndome justo en el último momento. En la beta, yo había subido la torre laberinto del sexto piso, por supuesto, no podía
explicarle eso a Kizmel y Myia. Recuerdo que el exterior de la torre incorporaba bloques que eran similares a los de Stachion.
"Quiere decir. .. que deberíamos apurarnos. No sé qué quiere hacer Theano en esa torre, pero allí hay una temible bestia guardiana," resaltó Asuna, dándome una mirada de complicidad.
Asentí, "Si. .. buena idea. Pero ... espera, déjame revisar algo."
Mi ventana aún estaba abierta, y escribí un mensaje a la velocidad de la luz dirigido a Argo, sintiendo la mirada maravillada de Myia en mi piel. Entonces se me ocurrió justo entonces que los NPC humanos no podían usar inventarios o ventanas del menú, pero obviamente, no podía explicarle eso a ella.
La agente de información estaba esperando por mi respuesta y tuve un mensaje nuevo en menos de un minuto.
La NPC corrió hacia el norte a través de la cueva sin decir una palabra después de derrotar al jefe. Lin-Kiba sospecharon que era una NPC de la misión del otro. Una vez que la línea delantera se reabastezcan en Goskai, probablemente se dirijan a la quinta área.
Ese último me dejo retumbando. En el tercer y quinto piso, los alborotadores PK habían hecho que Lind de DKB y Kibaou de ALS estuviesen en contra, pero esta vez, la persona haciendo que dudaran el uno del otro fue Theano-una NPC de mi misión. No podíamos dejar que eso se quedara así, para calmar a Myia y para asegurarnos de que no hubiese disputas innecesarias entre las dos guilds.
Le hice saber a Argo que le diría más en persona y cerré mi ventana. Después de otro contacto visual con Asuna, me agaché para hablar con Myia.
"Suena a que tu madre se dirige hacia la quinta área después de todo. Iremos tras ella, pero ... "
Quería decirle que ella debería volver a Stachion y esperar, pero Myia demostró una reacción extremadamente curiosa para un NPC: me interrumpió.
"No, quiero ir con ustedes. Si mi madre está haciendo algo peligroso, no puedo simplemente quedarme en casa y esperar."
La chica ya había perdido a su padre. Si ella iba a insistir de esa forma, no podía detenerla entonces. Sin mencionar que Myia tenía más nivel que Asuna y yo.
" ... Muy bien," dije, enderezándome de nuevo.
"Tambien me gustaría ir," dijo Kizmel con un tono cabizbajo, "Pero debo reportarle al Storyteller y al lord del castillo que dejé que los elfos caídos se robaran las cuatro llaves sagradas. Mi espada está dañada también ... "
"Pero ... ellos no te culparan por eso, Kizmel? Fue nuestra culpa que las llaves fuesen robadas, nosotros somos los que deberíamos ir ... " Dijo Asuna luciendo nerviosa.
"Si," dije. "lre y me disculparé apropiadamente con el viejo Bouhroum y el Conde Galeyon ... " Pero la caballero solo sonrió. "No se preocupen. Yo soy una de los Caballeros Reales de la
Reina. Solo Su Majestad y el comandante caballero tienen permiso para revocar mi puesto.
Los sacerdotes quizá se quejaran, pero la verdad es que yo no pude enfrentar a Kysarah ... debo concentrarme en mi misma de nuevo y recuperar las llaves."
" ... Oh ... pero cuando lo hagas, estaremos contigo luchando a tu lado," proclamó Asuna, tomando la mano derecha de Kizmel. Caminé hacia la caballero y intercambiamos un apretón de manos.
"Kizmel, dile al anciano Bouhroum que volveré para disculparme con él. Y si quieres, hasta que arreglen tu espada, toma esta ... tal vez no te guste ya que es una espada del enemigo pero ... "
Había sacado un arma de mi inventario para este propósito: La Elven Stout Sword que recibí de pelear contra el capitán de los elfos del bosque en el cuarto piso. Aun en su estado base, sin mejoras, era casi tan fuerte como mi antigua Anneal Blade +8.
"Ooooh ... " murmuró Kizmel mientras sacaba la hoja que reflejaba cual espejo de su funda decorada.
Desafortunadamente, me arrepentí inmediatamente de mi acción. El sable largo de Kizmel estaba en la categoría de Hoja Curva, y el Stout Sword estaba bajo la categoría de
habilidades de una mano. Usar una espada con habilidades que no has aprendido significaba que no podías hacer uso de sus estadísticas, o de ninguna de sus habilidades de espada por supuesto.
Pero Kizmel simplemente sonrió, deslizó la hoja de nuevo en su funda y dijo, "Es una buena espada, y estaré feliz de usarla. Los elfos del bosque podrán ser nuestros enemigos de antaño, pero el trabajo de sus herreros es indiscutible ... y también ... "
Por un momento parecía que iba a decir algo más, pero la caballero solo sacudió la cabeza y pusó la Stout Sword donde iba su espada rota, y esa la colocó en su espalda, entonces metió su mano en la bolsa que llevaba en el cinturón.
"No es el mejor intercambio, pero recibe esto de mí."
Ella me dio una pequeña botella tallada. Era del tamaño de un pulgar, pero yo sabía que contenía algo insondablemente valioso, y entonces la miré directo a la cara. "Estas ... estas segura? No es esto un gran tesoro de los elfos oscuros ... ?"
"Si no fuera por ti y Asuna y Myia, los Caídos estarían controlando el Castillo Galey en este momento, y el contenido de la tesorería se habría perdido. En ese sentido, esta es una recompensa escasa ... y con ella, podrás cruzas el lago directamente en vez de tomar el camino largo por la izquierda, correcto?"
Ella tenía razón, por supuesto. Ir por la ruta normal desde la segunda área hacia la torre del laberinto en la quinta área tomaría casi un día entero, incluso evitando luchar contra monstros. Para poder alcanzar a Theano, quien ya estaba en la cuarta área, las Gotas de Villi en esta botella no eran solo útiles, eran vitales.
" ... Gracias, esto nos ayudara," dije, aceptando su regalo.
Kizmel retrocedió y miró a Asuna y Myia. "Sospecho que una vez que termine de reportar al lord del castillo ... Estaré yendo al séptimo piso. Tendremos que separarnos por un tiempo, pero creo que los veré pronto. "
"Si, por supuesto!" dijo Asuna, abrazando a Kizmel. Myia levantó su pequeña mano para estrecharla con Kizmel. Los cuatro caminamos hacia la salida del callejón y nos fuimos en direcciones opuestas, despidiéndonos todo el rato.
Tiempo después de que empezáramos a caminar al sur, me di la vuelta para ver y vi a Kizmel desapareciendo tras las colinas rojizas mientras regresaba al castillo Galey. Un minuto después, la barra de salud de la caballero se desvaneció del lado superior izquierdo de mí visión.
Kysarah, mientras tanto, bajó su katana con cuidado y guardó la bolsa con las llaves en un paquete de su cinturón. Su mirada viajó desde Kizmel hacia Asuna y yo, luego hacia los miembros de Qusack. En la suela de sus botas hasta las rodillas, una pequeña nube de humo se levantó ... y se movió a una velocidad alarmante, deteniéndose al lado del grupo de Gindo.
"Ahhh! Aaaaaah!" gritó Temuo. Kysarah lo agarró por el cuello de su pechera con su mano libre y lo aprisionó en sus brazos. Él sacudió sus brazos tratando de liberarse, pero se quedó totalmente quieto cuando ella presionó la punta de su katana contra su garganta.
" ... Puedo matarte justo ahora, pero no me gusta matar niños, y mi rama está apunto de marchitarse."
Tardé en darme cuenta que Kysarah llevaba una de esas ramas en su espalda también. Si se la pudiese arrebatar, entonces Kysara sufriría el debuff de debilidad y no podría moverse, ya que no tenía la capa Greenleaf como lo hacía Kizmel.
Pero no me podía mover mientras la katana estuviese en la garganta de Temuo. Si él fuera un jugador al nivel de Kysarah, su HP no se reduciría a cero en un instante, aun si ella atacaba un punto vital. Pero basado en la fuerza de la Katana, que casi destruye el sable de Kizmel con un solo golpe, y el hecho de que a mis ojos de nivel 21, su cursor ya era casi negro, ella podría en efecto infligirle un golpe fatal.
"Entre ustedes hay otras dos llaves, no de las sagradas, pero están hechas de hierro que al juntarlas encajan juntas," dijo Kysara, mientras aun sostenía a Temuo. Me tomó un segundo más entender lo que ella quería decir. Mis hombros temblaron involuntariamente, y Kisarah me volteó a mirar con su ojo visible. "Me las darás también. Por cada diez segundos que no las tenga, mataré a uno de tus compañeros."
Temuo se volvió a sacudir, y Lazuli dejó salir un grito. Highston, que estaba sentado sobre sus rodillas en la gravilla, miró a Kysarah y luego hacia mí y me preguntó, "Esto ... Esto es un evento forzado de la campaña "Elf War" cierto?! Alguien ... Alguien nos va a salvar, Cierto?!"
Quería creer que así era. Pero estaba casi seguro-no, totalmente seguro-que este ataque no tenía que ver con el escenario de la campaña. Este es un resultado irregular provocado por el contacto entre el hombre del poncho negro y los elfos. Esto era un incidente.
Siete ... Ocho.
Cuando la cuenta en mi cabeza llegó a nueve, me puse de pie. "Muy bien. Te daré las llaves." Una vez que dije eso, me di cuenta de que Kysarah era un NPC, ella podría haberse referido
al límite de diez segundos en un sentido muy literal. Si no recibía las llaves dentro de los diez segundos y recibir la propiedad transferida en su sistema, ella podría cortar a Temuo sin piedad ... Al menos, si esto era un evento totalmente preparado.
Pero ya habían pasado diez segundos para cuando le dije que le daría las llaves, y ella solamente asintió y no movió su katana. Convenciéndome de nuevo de que este no era un evento pre-escrito, me moví tan rápido como pude para sacar la llave de mi inventario.
La arrojé a la arena que estaba cerca del pie de Kysarah, y la otra voló desde detrás mío, cayendo cerca de la primera. Esa era la llave que Myia obtuvo de su madre. Las llaves se encontraban a una distancia de tres metros la una de la otra, vibrando y reverberando.
Kysarah miró hacia abajo y arrojó a Temuo hacia sus compañeros con una mano. Gindo abrió sus brazos pero falló en atrapar al hombre, chocando y cayendo al suelo. Afortunadamente no perdieron HP.
La elfo caído se inclinó, habiendo perdido totalmente interés en su rehén, y se acercó a la llave que tenía más cerca. De repente, fui consciente del peso de mi espada en mano derecha.
Si Kysarah tomaba las dos llaves en una sola mano, entonces habría una reacción de repulsión entre ellas, como la que vimos en la librería del castillo, y saldrían despedidas lejos la una de la otra. Esa era sería nuestra única oportunidad para contra-atacar. Podría darle con todos los cortes de Vertical Square y no derrotarla, pero si podía dar un buen golpe y sacarla de balance, habría la oportunidad de quitarle la rama que lleva en su espalda.
Kysarah recogió la primera llave. Y yo ajusté mi centro de gravedad un poco hacia delante. En ese momento, alguien me agarró por el tobillo.
" ... ?!"
Me di la vuelta y mire directamente a los ojos de Asuna. Ella no dijo una sola palabra ni tampoco hizo ningún tipo de gesto, pero era bastante claro que mi compañera temporal me estaba advirtiendo de que no me moviera.
Miré al frente de nuevo. Como había esperado, Kysara había tomado una llave y estaba buscando la otra con la misma mano. El sonido de la vibración aumento, pero ella no le prestó atención y tomó la segunda llave también.
Bzak!! El extraño sonido volvió a suceder, y una luz plateada apareció en la mano de Kysarah-pero las llaves no volaron en direcciones opuestas. Kysarah las apretó con fuerza en su palma, como si hubiese esperado a que eso pasara.
Su cabello gris empezó a ondular con la fuerza de los rayos que salían de entre sus dedos.
El flequillo que cubría el lado derecho de su rostro fue retirado brevemente, lo suficiente para que yo pudiese ver que ella tenía un pequeño parche sobre su ojo derecho, pero mi mente cambió otra vez hacia su mano.
Presionando sus labios, Kysarah siguió apretando las dos llaves con una fuerza asombrosa. Mientras que apuntaba hacia nosotros con su katana para que no tuviésemos oportunidad para lanzar un ataque sorpresa.
Con un prolongado sonido de chispas, la luz plateada decayó y luego desapareció.
Kysarah se puso de pie, llevando en su mano lo que ahora era una sola llave. No las había fusionado a punta de pura fuerza, obviamente; como Bouhroum había dicho, los dientes y las cabezas de las dos llaves estaban hechas para encajar perfectamente.
"Había escuchado que había un extraño hechizo lanzado en ellas .... " Murmuró, arrojando la llave en la bolsa junto con las otras cuatro. Se arregló el cabello despeinado y se volvió hacia nosotros, "Ahora mi trabajo aquí está hecho, guerreros humanos ... "
Pausando, sus delgadas cejas moviéndose solo un poco.
"No se entrometan más en los problemas de los elfos. Dejen que ellos sean los únicos en traer los problemas en esto," resopló, colocando su katana negra devuelta a su funda en su pierna izquierda y estiró los brazos. El viento se movió hacia arriba desde sus pies y formó un pequeño torbellino de arena que la devoró.
Aparté mi rostro debido al viento por un segundo, y el remolino se dispersó. Soltando la arena al suelo. La elfo caído que empuñaba la katana negra se había ido.
" ... Creo que vamos a dejar la misión de los elfos. Si ese tipo de cosas van a pasar más adelante, no puedo imaginar que lleguemos al final," dijo Gindo.
Y con eso, los miembros de Qusack caminaron hacia la salida del barranco. Iban a usar el portal en Stachion para volver al quinto piso, donde discutirían sus planes para el futuro, explicaron ellos. Temuo, Lazuli y Highston habían perdido sus armas a manos del hombre del poncho negro, pero dijeron que tenían armas de repuesto en sus inventarios, así que podrían ir a salvo de vuelta a la ciudad.
Y con respecto a mí, Quería disculparme con Qusack por sospechar de ellos de estar alineados con los elfos caídos durante la batalla para defender el castillo Galey. Estaba esperando poder intercambia información y no quería despedirme aun, pero Lazuli dijo, "Gracias por salvarnos. Encontraremos una manera de pagarte cuando arreglemos las cosas," así que sentí que nos encontraríamos luego.
Una vez que los cuatro estaban fuera de vista, caminé hacia Kizmel, la miré a la cara e hice una profunda reverencia. "Lo siento Kizmel. Trabajaste tanto para reunir esas llaves ... "
Pero eso fue todo lo que pude decir. Kizmel también hizo una reverencia y dijo, "Kirito, Asuna, Perdónenme. Era mi trabajo mantenerlos a salvo ... "
Nuestras cabezas se rozaron, e incómodamente nos enderezamos de nuevo. Asuna soltó una risita.
"No hay nada por lo que disculparse, Kizmel. Además, no creo que fueses inferior a esa elfo caído. Ella solo tenía un arma más extravagante que la tuya."
Kizmel miró hacia arriba con una mueca. "Las espadas oficiales de los caballeros reales de Pagoda no son baratijas ... pero la mía casi se rompe al intercambiar un golpe con ella. Eso se debe a la inferioridad de mi técnica."
"No digas eso," dije, "Yo tampoco pude atacarla."
Ahí fue cuando Asuna me miró a modo de disculpa. "Perdón por tomarte por el tobillo, Kirito. Estabas esperando la oportunidad para atacar, cierto?"
"Oh ... en realidad hiciste la elección correcta. Iba a saltar hacia Kysarah en el momento en que recogiera las llaves, pero es como si ella supiese que se iban a repeler ... si saltaba, ella me hubiese cortado en el acto."
"Ya veo ... pero como hizo ella para deshacer el hechizo de las llaves? Bouhroum había dicho que era un tipo de magia poderosa, y solo la persona que la lanzó podía deshacerla," se preguntó Asuna.
La respuesta vino de Myia, quien se había quitado la máscara de gas para tomar algo de agua. Una vez que terminó y puso la tapa a la cantimplora, la chica dijo, "Me pareció que ella simplemente destrozó el hechizo con pura fuerza bruta."
"P-Pero si es así. ... Esto solo se está poniendo más ridículo," dije, entonces encorvé mi cuello y me di cuenta que le debía una disculpa a la chica, "Oh, cierto ... creo que eso no estuvo bien de mi parte. Le di la llave que tu madre resguardo por tanto tiempo, solo para salvar a alguien que conocía ... "
"Si no hubieses hecho eso, estoy segura que ella me hubiese matado también," respondió con una tranquilidad más allá de su edad, para luego poner la máscara de gas sobre su pequeño rostro. Con su voz un poco sofocada ahora, ella continuó, "Además, según por la forma en que habló, creo que lo que realmente quería era la primera cosa, las ... llaves sagradas? Las llaves que obtuvo de ti y de mi fueron adicionales, parecía. Quizá alguien se las pidió"
"Oh, yo también sentí lo mismo ... " dijo Asuna. Descansando sus manos sobre los hombros de Myia desde atrás.
Fruncí el ceño, pensando en quien pudo haber pedido tal cosa. Pero antes de que pudiese dar una respuesta, el icono de mensaje entrante saltó. Era de Argo, y decía ...
DKB Y ALS acaban de enfrentarse al jefe en el área sur. Fue una pelea dura hasta que una mujer NPC saltó y lo derrotó. Llevaba una caja dorada en su mano izquierda, y cuando la levanto, la armadura del ciempiés se convirtió en pequeños bloques y se desplomó. Lin-Kiba no tienen idea de que fue eso tampoco. Información Requerida."
" Huh?"
Kizmel y Myia me miraron, preguntando porque me había alterado.
"Oh, er, es solo ... que recibí información extraña de un mensaje ... er, de mi Arte de Escriba
(Art of Far Scribbing) ... "
"En serio? De quién?" preguntó Asuna, quien dejó el lado de Myia y camino hacia acá.
Volteé la ventana para que mis compañeras pudiesen ver. Y reflexionar sobre su significado.
Una "caja dorada" podía ser el cubo dorado que había sido removido de la mansión del Lord de Stachion. Eso haría del NPC que irrumpio en la pelea, la madre de Myia, Theano? Que quería decir conque levantó el cubo y la armadura del ciempiés se desplomó? El cubo
dorado se suponía que solo era un ítem de la misión que simbolizaba al maestro de la ciudad
y no tenía ningún poder intrínseco en él. Además, que estaba haciendo Argo al unir Lin-Kiba, sus nombres, de esa manera? Si Lind y Kibaou se daban cuenta de eso, se pondrían
furiosos ...
En este punto, donde ya había perdido la línea de mis pensamientos, miré a Asuna. Mi compañera alzó su cabeza y nos miramos por algunos segundos antes de asentir juntos.
Mientras cerraba mi ventana, Asuna miró a Myia y dijo, "Sabes ... creo que quizá encontramos a Theano"
"Qué ... ?!" la espalda de la chica se enderezó como una flecha, y dio un paso al frente hacia
Asuna. "O-Donde ... ? Dónde está mi madre?!"
"Pues supuestamente ha sido vista en las cuevas de la zona sur .... "
"Zona Sur?" preguntó la chica, radiando confusión a través de su máscara. Ahí fue cuando recordé que la niña nunca había estado afuera de Stachion. Asuna se agachó y dibujó un mapa simple en la arena.
"Mira, así es como el sexto piso, que es donde estamos ahora, está dividido en cinco zonas por un lago en el medio con forma de estrella, y la zona del sur, o la cuarta área, está justo acá. Estamos en la zona del norte, así que queda justo al otro lado ... "
"Pero ... eso esta tan lejos. Qué está haciendo mi madre allí ... ?" dijo Myia con tristeza. En efecto, la distancia en línea recta desde el castillo Galey hacia la Ciudad Caverna de Goskai en la zona sur era solo de unos cinco kilómetros. En el mundo real, esa sería la distancia desde el centro de la ciudad de Kawagoe hasta el centro de la vecina Saitama-pero no creo que Myia o siquiera Asuna entenderían lo que quería decir con eso.
Para la gente que esencialmente pasaban sus vidas enteras donde estaban programados a estar, sin embargo, el lugar que estaba al otro lado del mapa bien podía ser un país diferente. De hecho, la primer vez que dejé el Pueblo de los Inicios, la torre del laberinto se sintió como si cruzara el mundo para mí.
" ... No sé cuál es el propósito de Theano," dije, "pero basado en sus acciones, parece que
ella esta tratando de llevar el cubo dorado que removió de la mansión hacia algún otro lugar" Asuna asintió, "Estoy de acuerdo .... y dudo que el área sur sea su destino."
"Probablemente sea el Pilar de los Cielos," dijo Kizmel, sus primeras palabras después de un tiempo. Los tres nos concentramos en ella.
"Sabes algo, Kizmel?"
"No específicamente ... Cuando visité Stachion con ustedes, un recuerdo me vino a la mente. Aunque no lo vi por mí misma, tengo entendido que el Pilar de los Cielos en este piso está construido con los mismos cubos de piedra."
"Oh, eso me recuerda" casi digo eso en voz alta, deteniéndome justo en el último momento. En la beta, yo había subido la torre laberinto del sexto piso, por supuesto, no podía
explicarle eso a Kizmel y Myia. Recuerdo que el exterior de la torre incorporaba bloques que eran similares a los de Stachion.
"Quiere decir. .. que deberíamos apurarnos. No sé qué quiere hacer Theano en esa torre, pero allí hay una temible bestia guardiana," resaltó Asuna, dándome una mirada de complicidad.
Asentí, "Si. .. buena idea. Pero ... espera, déjame revisar algo."
Mi ventana aún estaba abierta, y escribí un mensaje a la velocidad de la luz dirigido a Argo, sintiendo la mirada maravillada de Myia en mi piel. Entonces se me ocurrió justo entonces que los NPC humanos no podían usar inventarios o ventanas del menú, pero obviamente, no podía explicarle eso a ella.
La agente de información estaba esperando por mi respuesta y tuve un mensaje nuevo en menos de un minuto.
La NPC corrió hacia el norte a través de la cueva sin decir una palabra después de derrotar al jefe. Lin-Kiba sospecharon que era una NPC de la misión del otro. Una vez que la línea delantera se reabastezcan en Goskai, probablemente se dirijan a la quinta área.
Ese último me dejo retumbando. En el tercer y quinto piso, los alborotadores PK habían hecho que Lind de DKB y Kibaou de ALS estuviesen en contra, pero esta vez, la persona haciendo que dudaran el uno del otro fue Theano-una NPC de mi misión. No podíamos dejar que eso se quedara así, para calmar a Myia y para asegurarnos de que no hubiese disputas innecesarias entre las dos guilds.
Le hice saber a Argo que le diría más en persona y cerré mi ventana. Después de otro contacto visual con Asuna, me agaché para hablar con Myia.
"Suena a que tu madre se dirige hacia la quinta área después de todo. Iremos tras ella, pero ... "
Quería decirle que ella debería volver a Stachion y esperar, pero Myia demostró una reacción extremadamente curiosa para un NPC: me interrumpió.
"No, quiero ir con ustedes. Si mi madre está haciendo algo peligroso, no puedo simplemente quedarme en casa y esperar."
La chica ya había perdido a su padre. Si ella iba a insistir de esa forma, no podía detenerla entonces. Sin mencionar que Myia tenía más nivel que Asuna y yo.
" ... Muy bien," dije, enderezándome de nuevo.
"Tambien me gustaría ir," dijo Kizmel con un tono cabizbajo, "Pero debo reportarle al Storyteller y al lord del castillo que dejé que los elfos caídos se robaran las cuatro llaves sagradas. Mi espada está dañada también ... "
"Pero ... ellos no te culparan por eso, Kizmel? Fue nuestra culpa que las llaves fuesen robadas, nosotros somos los que deberíamos ir ... " Dijo Asuna luciendo nerviosa.
"Si," dije. "lre y me disculparé apropiadamente con el viejo Bouhroum y el Conde Galeyon ... " Pero la caballero solo sonrió. "No se preocupen. Yo soy una de los Caballeros Reales de la
Reina. Solo Su Majestad y el comandante caballero tienen permiso para revocar mi puesto.
Los sacerdotes quizá se quejaran, pero la verdad es que yo no pude enfrentar a Kysarah ... debo concentrarme en mi misma de nuevo y recuperar las llaves."
" ... Oh ... pero cuando lo hagas, estaremos contigo luchando a tu lado," proclamó Asuna, tomando la mano derecha de Kizmel. Caminé hacia la caballero y intercambiamos un apretón de manos.
"Kizmel, dile al anciano Bouhroum que volveré para disculparme con él. Y si quieres, hasta que arreglen tu espada, toma esta ... tal vez no te guste ya que es una espada del enemigo pero ... "
Había sacado un arma de mi inventario para este propósito: La Elven Stout Sword que recibí de pelear contra el capitán de los elfos del bosque en el cuarto piso. Aun en su estado base, sin mejoras, era casi tan fuerte como mi antigua Anneal Blade +8.
"Ooooh ... " murmuró Kizmel mientras sacaba la hoja que reflejaba cual espejo de su funda decorada.
Desafortunadamente, me arrepentí inmediatamente de mi acción. El sable largo de Kizmel estaba en la categoría de Hoja Curva, y el Stout Sword estaba bajo la categoría de
habilidades de una mano. Usar una espada con habilidades que no has aprendido significaba que no podías hacer uso de sus estadísticas, o de ninguna de sus habilidades de espada por supuesto.
Pero Kizmel simplemente sonrió, deslizó la hoja de nuevo en su funda y dijo, "Es una buena espada, y estaré feliz de usarla. Los elfos del bosque podrán ser nuestros enemigos de antaño, pero el trabajo de sus herreros es indiscutible ... y también ... "
Por un momento parecía que iba a decir algo más, pero la caballero solo sacudió la cabeza y pusó la Stout Sword donde iba su espada rota, y esa la colocó en su espalda, entonces metió su mano en la bolsa que llevaba en el cinturón.
"No es el mejor intercambio, pero recibe esto de mí."
Ella me dio una pequeña botella tallada. Era del tamaño de un pulgar, pero yo sabía que contenía algo insondablemente valioso, y entonces la miré directo a la cara. "Estas ... estas segura? No es esto un gran tesoro de los elfos oscuros ... ?"
"Si no fuera por ti y Asuna y Myia, los Caídos estarían controlando el Castillo Galey en este momento, y el contenido de la tesorería se habría perdido. En ese sentido, esta es una recompensa escasa ... y con ella, podrás cruzas el lago directamente en vez de tomar el camino largo por la izquierda, correcto?"
Ella tenía razón, por supuesto. Ir por la ruta normal desde la segunda área hacia la torre del laberinto en la quinta área tomaría casi un día entero, incluso evitando luchar contra monstros. Para poder alcanzar a Theano, quien ya estaba en la cuarta área, las Gotas de Villi en esta botella no eran solo útiles, eran vitales.
" ... Gracias, esto nos ayudara," dije, aceptando su regalo.
Kizmel retrocedió y miró a Asuna y Myia. "Sospecho que una vez que termine de reportar al lord del castillo ... Estaré yendo al séptimo piso. Tendremos que separarnos por un tiempo, pero creo que los veré pronto. "
"Si, por supuesto!" dijo Asuna, abrazando a Kizmel. Myia levantó su pequeña mano para estrecharla con Kizmel. Los cuatro caminamos hacia la salida del callejón y nos fuimos en direcciones opuestas, despidiéndonos todo el rato.
Tiempo después de que empezáramos a caminar al sur, me di la vuelta para ver y vi a Kizmel desapareciendo tras las colinas rojizas mientras regresaba al castillo Galey. Un minuto después, la barra de salud de la caballero se desvaneció del lado superior izquierdo de mí visión.
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